Una anécdota con Jonhy Lescano.
Por: Carlos A. Dávila Rojas
Del 05 al 07 de noviembre del año 2003 la Universidad Nacional del Altiplano (UNA-Puno) organizó el II CONGRESO NACIONAL DE ESCUELAS DE POST GRADO DEL CENTRO Y SUR DEL PERÚ, con ponencias de investigaciones científicas internacionales y nacionales, seleccionadas por el Comité Organizador. Integré la delegación cusqueña de la EPG UNSAAC que participó en ese evento. Ocurre que, el primer día de las Conferencias; luego de la inauguración, al terminar alguna exposiciones, los docentes organizadores de la UNA solicitaron una interrupción para proceder a homenajear al Congresista Yonhy Lescano; considerado como “hijo predilecto”, “líder político”, etc., del pueblo puneño. Las autoridades de la UNA procedieron a entregarle el Pergamino respectivo; y, a continuación, Lescano, ofreció una exposición.
En esos años, Lescano, promovía su propuesta de “anular la renta básica”
en telefonía fija; considerada como un “robo que perpetraba Telefónica del Perú
a los usuarios”, según él, por decisión del “corrupto, gobierno de Fujimori”.
Para, Lescano, el consumidor es el principal agente en los mercados; cuyos
derechos debe protegerse, ante el abuso de las empresas.
Empezó su discurso, recordando su condición de comprador en acción; y
señaló: “por ejemplo; hoy, tuve que comprar pan, leche y azúcar para el
desayuno”, “luego, tuve que pagar el taxi hacia al aeropuerto”; todo, para
poder estar en el evento, de ese día.
Luego, elevó el tono de voz y gritó: “cómo era posible que, mientras
UD está durmiendo y su teléfono clavado en la pared, le estén cobrando…”; “por
eso, estoy promoviendo en el congreso una ley para anular el pago de la renta
básica”. Al finalizar su discurso fue ovacionado, de pie, por los
asistentes al Congreso. Como Economista, sabía que quienes aplaudían no eran
los doctores, magister y estudiantes; sino los usuarios, allí presentes. Cuando
somos usuarios y/o consumidores nos gusta que nos ofrezcan rebajas, yapas, etc.;
y, muchos políticos ignorantes en economía hacen demagogia con esa lógica y
expectativas de los consumidores.
Protocolarmente, cuando algún personaje recibe un homenaje, debe
retribuir con un discurso; sin que, luego, haya panel, comentarios ni
preguntas. Sin embargo, luego del discurso de Lescano, abrieron una ronda de
intervenciones y fui el único que pidió la palabra.
Lo primero que mencioné es que el mercado está compuesto por dos
fuerzas: la demanda (consumidores/usuarios) y la oferta (empresas/productores).
Que, todos somos demandantes y ofertantes, de manera recurrente. Ninguno es
mejor que el otro; por lo que no era coherente hablar de la defensa de los
consumidores; siendo, a la vez, productores. Señalé que, por ejemplo, el
panadero ofertaba pan; pero, demandaba insumos, trabajadores; además, de sus
propios alimentos, vestimenta, etc. Dije, también, que la propia política era
un mercado, de ofertantes y demandantes de visiones de bienestar; recordándole
a Lescano; que él era un ofertante de propuestas de bienestar.
Seguidamente, empecé a analizar la idea central de su discurso; la renta básica en telefonía fija. Le dije que, “mientras UD está durmiendo, la empresa de telefonía asumía costos; que, están funcionando los sistemas; que, había personal trabajando; que, sus equipos, maquinas e instalaciones se depreciaban, etc.” Señale que “esos costos eran, básicamente, costos fijos”. Los economistas sabemos que en ciertas industrias integradas; como agua, electricidad, telefonía, ductos, etc.; los costos fijos son altos y superiores a los costos variables; por lo que tienen extensas economías a escala creciente (producir más cuesta cada vez menos); por lo que la eficiencia recomienda una sola empresa para servir el mercado; o sea, son naturalmente monopolios. Sin embargo, en el nivel de producción de eficiencia (punto B del gráfico), el costo unitario (CMe) era mayor que el precio (PB); lo que significa pérdidas y desincentivo a la inversión privada.
Al continuar con mi intervención; le expliqué que los costos en que incurría la empresa telefónica, mientras dormía, era para “tener disponible el servicio”; “para que, cuando despierte y desee comunicarse con alguien”; o, “para cuando alguien desee comunicarse con él”; “tengan disponible el servicio”. Por explicar esto, fui interrumpido por una sonora silbatina de los asistentes; a los que indiqué que “soy Economista”; y, que “los economistas, no somos demagogos”; logrando acallarlos.Finalicé mi intervención explicando que los costos fijos en que incurría
la empresa, normalmente, se trasladan a los usuarios bajo las denominaciones de
“renta básica” o “cargo fijo” (segmento BD, del gráfico); cobros que, también, “pagamos
en los recibos de agua y electricidad; aun cuando sean empresas públicas; como
ocurre en nuestro país, con todas las empresas de agua y varias de
electricidad”.
Yonhy Lescano, en respuesta, solo atinó a decir; “por favor, no crean
que soy un demagogo”. Luego, en el intermedio (break), se me acercó; me
pidió mi nombre; y, recordó, haber leído mis artículos en el diario EXPRESO; en
el que escribí, regularmente, desde 1997 al 2004. Le recordé que, por su
postura sobre la renta básica en telefonía fija, había escrito un artículo;
cuyo título fue: “Es la economía, idiota”. Le reiteré que la renta básica no es
ningún robo; y, le sugerí que sería mas adecuado que evalúe a OSIPTEL en su
labor negociadora de la renta básica.
Lescano, hizo aprobar, en dos gobiernos (Toledo y García), la Ley que
anulaba la renta básica, en telefonía fija; que fueron observados por los
presidentes; sin que, tampoco, sean insistidos por los congresos, respectivamente.
Sin embargo, ese fue el tema con el que se hizo conocido y famoso. Creo que,
desde la fecha de la anécdota relatada, ni él mismo ya creía en ese tema; que, luego, lo abandonó.
Él, es el típico caso de políticos demagogos y destructores de la
economía; promovía (y promueve) el odio hacia las empresas e inversiones
privadas; siempre me extrañó su capacidad de infiltrarse en partidos no
radicales (Perú Posible y Acción Popular); pero, sospecho y siempre lo señalé,
muchas veces, que es un topo pro senderista. No es ninguna casualidad el
agradecimiento que le hace el genocida A. Guzmán, además de tener familiares de
militancia terrorista. Dios nos libre de gobiernos destructores, ignorantes en
economía.