30 AÑOS DE LIBERAL (III).
Por: Carlos A. Dávila Rojas
Desde 1990 a la fecha, se observa
una gran transformación internacional de las propuestas ideológicas y políticas
en la izquierda; y, la doctrina y pensamiento del liberalismo (centro derecha).
La izquierda clásica, denominada Marxista Leninista, se organizaba y actuaba en
perspectiva de repetir o esperar, dogmáticamente, la experiencia rusa de 1917,
la china de 1949 o la cubana de 1959; en sus países. Con diferentes grados de
organización y actuación política y armada; insistieron en la ideología
marxista, de llevar a sus sociedades a la dictadura del proletariado. Nunca
entendieron que las dictaduras comunistas en Rusia, China y Cuba; ocurrieron
por ocasión y expansión militar; mas no, como resultado de leyes universales del
materialismo histórico; que siempre pregonaban; ni entendieron sus respectivos
fracasos, por intentar hacer experimentos genocidas con la naturaleza y acción humana.
Al consumarse el fracaso de esta
visión ideológica, empezó a desarrollarse en el seno de la izquierda, desde
finales del siglo XX, otra forma de ver y entender los problemas humanos;
denominado el marxismo cultural. Para ellos, la destrucción de la sociedad
capitalista ya no pasaba por procesos armados de captura, toma y control de los
estados con la ilusa dictadura del proletariado. Según el culturalismo gramsciano,
la lucha debe hacerse primero en el plano cultural y luego el control político liderado
por los intelectuales; o sea, hacer una deconstrucción total para desmontar o destruir
la ciencia, tradiciones, historia de la humanidad y su organización social; impulsan
la construcción de argumentos responsabilizando a la libertad e iniciativa individual
del calentamiento global; depredación de los recursos naturales y medio
ambiente; la desigualdad social, etc. Se plantean destruir la cultura y moral
existente de la familia heterosexual, la religión, la iniciativa privada,
etc. Esta estrategia la fueron impulsando
a nivel mundial, para lo cual empezaron a capturar las instituciones
internacionales y sus componentes como la ONU, OEA, FMI, la iglesia cristiana,
la prensa, redes, etc., desde las cuales ir imponiendo sus políticas sin
necesidad de ganar elecciones; pero si, a través de tratados internacionales; infiltraciones
en los diferentes gobiernos y brutal violentismo para obligar a los gobiernos a
asumir sus posturas y atender sus exigencias. Igualmente, la legitimidad de sus
propuestas no está en argumentos válidos ni sólidos; sino en la percepción
declarada por las personas sobre lo que son y sienten; así como el apoyo
estatal, a niveles insostenibles, con los recursos necesarios para proceder con
el aborto libre, cambio de sexo, matrimonio gay, represión a la “discriminación
a grupos minoritarios” inventados, prohibicionismo de actividades económicas “contaminantes”,
etc. El marco general en que se desarrolla esta ofensiva es la propuesta de un
Nuevo Orden Mundial (NOM), liderado por una rara alianza de países como China;
multimillonarios, como Soros; y, los CEO de las redes mediáticas y las tecnologías
de la información y las comunicaciones. Actualmente, en diferentes grados de
comprensión e implementación del marxismo cultural gramsciano está comprometida
toda la amalgama de grupos de izquierda; pero, con nítido liderazgo de la
denominada “izquierda caviar”.
En el espectro liberal de centro
derecha; algunos de los cambios son los siguientes. En lo económico; luego de
grandes aportes de la economía neoclásica para estabilizar la inflación,
impulsar reformas estructurales y construcción de institucionalidad promercado
y democracia, vía las Constituciones liberales; ésta ha defeccionado hacia instrumentos
de políticas económicas algorítmicas de claro uso intervencionista de activismo
fiscal y monetario del estado en la economía. Frente a este fenómeno,
actualmente, hay un desarrollo de la Escuela Austriaca de Economía (EAE); con mayor solidez histórica y
teórica de sus propuestas, las mismas que son las que están enfrentando al
globalismo actual y su argumentación económica estatista del NOM. Es la EAE la
que dio el debate real al sistema socialista y el Estado de bienestar;
demostrado que son insostenibles y contrarios a la naturaleza humana que nunca
entendieron. Ellos siguen defendiendo la libertad económica y política, la
globalización impulsada por la revolución científico-tecnológica, etc. Los
mercados libres, según los austriacos, no solo garantizan la asignación
eficiente de recursos escasos; sino que,
a partir de ello, hay una inmensa búsqueda de progreso y bienestar de los
individuos; de inmensa capacidad creadora material y cultural de las sociedades
libres; por lo que rechazan todo tipo de intervencionismo estatal que impida el
natural ejercicio de la libertad individual, en todos los planos. Para los
austriacos, el estado solo debe respetar los derechos naturales a la vida, la
libertad y la propiedad privada. Las necesidades humanas no son derechos; pero,
deben generarse condiciones para acceder a su provisión. Siendo únicos los
individuos la diversidad (desigualdad) es natural; gracias a lo cual, funciona
la división técnica y social del trabajo y su diversa e inmensa capacidad de provisión
y creación de riqueza socio, económica y cultural. En cuanto a la defensa de la
libertad de los individuos (incluido la opción gay, etc.) los libertarios
austriacos la respetan; pero, no aceptan que sea el estado con leyes y nuestros
impuestos las que garanticen su ejercicio.
La década fujimorista de los 90s;
significó el cambio de modelo estatista e intervencionista hacia una economía
de mercado y salvación de la democracia; previa derrota al terrorismo y fracaso
de la ideología marxista y sus implementadores. Desde el año 2000, en nuestro
país; pareciera que empezó a implementarse la ofensiva marxista cultural, en
base a gobiernos con fuerte participación e infiltración de grupos de izquierda;
que, para garantizar ese proceso requiere de demoler nuestro modelo económico
constitucional y presencia política del fujimorismo. Desde el gobierno de
Toledo (2001) hasta el actual, de Sagasti, vienen impulsando políticas de
implementación del marxismo cultural; con fuerte participación de todos los
extremos de la izquierda; incluida la corrupción con liderazgo de la mafiosa empresa
brasileña Odebrecht, que se desarrolló en los 6 últimos gobiernos nacionales y
diversos gobiernos regionales y locales. En América latina, la ofensiva
izquierdista tuvo aliento y recursos del Foro de Sao Paolo y del chavismo del Socialismo
del Siglo XXI.
En su debate y argumentación
contra los liberales o la centro derecha, los de izquierda usan el termino “neoliberal”,
para todo lo que no significa socialismo; también, ha sido muy notorio que
importantes personalidades ex socialistas se hayan convertido al liberalismo;
tales como: Carlos Chipoco, Victor Andrés Ponce, Enrique Bernales, Ángel Delgado, Neptalí Carpio y
Fernando Rospigliosi. Luego del fracaso del maximalismo de izquierda muchos de
sus cuadros políticos y simpatizantes se han modernizado; y, otros, se han dispersado
y pasaron a ser militantes y candidatos de partidos tradicionales como Acción
Popular, Alianza Para el Progreso, etc.
Actualmente, en pleno proceso
electoral presidencial y congresal 2021, hay 03 listas electorales en el
espectro de centro derecha: el fujimorismo, Hernando De Soto y Rafael López
Aliaga. El fujimorismo, necesita consolidarse como un espacio político liberal y
organizado en defensa de la Constitución y nuestra economía de mercado. Si
gana, Hernando de Soto, es una promesa moderna de un buen gobierno; en tanto
que, López Aliaga, si pasa la valla electoral será un referente conservador con
perspectivas de vigencia.
Termino comentando que, en mis 30
años de conversión al liberalismo, mantuve y mantengo buena amistad con
dirigentes y militantes de casi todos los partidos; para quienes nunca escatimé
brindar mis opiniones y análisis políticos; asociados al normal debate que
sostuvimos y, seguramente, continuará.