domingo, 13 de septiembre de 2015

¿QUO VADIS UNSAAC? (III)

¿QUO VADIS UNSAAC? (III)

¡MEJORAR EL ESTATUTO PARA ASEGURAR GOBERNABILIDAD Y PROGRESO INSTITUCIONAL!

Por: Dr. Carlos A. Dávila Rojas.*

Con la promulgación del nuevo Estatuto de la Unsaac; el 14 de agosto del presente año, su proceso de implementación viene mostrando vacíos e incoherencias; generando inquietud y descontento entre estudiantes y docentes. Asociado a la conversión de la Asamblea Estatutaria en Asamblea Universitaria; el cese del ex rector Dr. German Zecenarro Madueño, por límite de edad; el respeto a los Vicerrectores y el encargo del rectorado, al Vicerrector Académico Dr. Pompeyo Cosio Cuentas; fueron los primeros cambios de la vigencia del nuevo Estatuto. Luego, vino la desactivación de 17 facultades y el cese de sus Decanos que han sido reemplazados por 10 macro facultades y sus consiguientes Decanos encargados, entre los docentes más antiguos; muchos de los cuales, pese a carecer de legitimidad, están centralizando e imponiendo decisiones contradictorias, desintegrando y desactivando algunas redes con actividades en marcha; tales como los Comités Internos de Acreditación, el funcionamiento de las maestrías y doctorados, etc.  La inmensa mayoría de estudiantes desconoce y desaprueba su “nueva macro facultad” y muchos de sus trámites están paralizados o deben re direccionarse. No hay liderazgo en el proceso de adecuación al nuevo Estatuto; debido a que no hubo adecuada información ni debate sobre los cambios introducidos. En este contexto, se observa un proceso de debilitamiento e incertidumbre en la gestión y servicios académico-administrativo de las escuelas profesionales y departamentos académicos; constituyéndose en un potencial de descontento contra el nuevo Estatuto; que, en vez de constituirse en un instrumento de progreso, está generando retrocesos y preocupaciones. Muy normal la baja calidad y poca aprobación del nuevo Estatuto; por haber sido elaborada en confrontación y no en dialogo. Es una norma impuesta y no consensuada.

Fue equivocado el comportamiento de la autoridad central (Rector y Vicerrectores) y su grupo político (Mi Unsaac) en el proceso de aprobación de la nueva Ley Universitaria y la elaboración del Estatuto. Desconocer su legalidad  y su poco compromiso en la implementación; especialmente, presupuestos; los ha llevado a la derrota; determinando la práctica destitución del ex rector; que merecía otra forma de finalizar su autoridad; luego de casi 04 años de servicio en el cargo. El proceso de implementación de la nueva Ley Universitaria y el Estatuto deberían desarrollarse en un marco de gratitudes y bienvenidas; de reconocimientos y deseos de éxito. Sin embargo, lo que se observa, es todo lo contrario: destituciones, denuncias y amenazas.

La esperanza de que la nueva Ley y el Estatuto  se constituyan en instrumentos de una nueva reforma universitaria, con real liderazgo docente, de unidad institucional  y de alternativa a la crisis actual; no debe desvanecerse.  Con ocasión de las próximas elecciones universales de las autoridades universitarias; se debe recuperar ese anhelo.  Se hará necesario introducir mejoras en el Estatuto y legitimarlo en la comunidad universitaria; solo así, podemos lograr que se constituya en el instrumento de progreso y gobernabilidad que todos queremos.

Unas elecciones polarizadas o con muchas postulaciones no fortalecerían nuestra gobernabilidad. La magnitud de la crisis universitaria y los retos de superarla, trasciende  los intereses de grupo. La elección de las nuevas autoridades debe ser la oportunidad para un amplio consenso que involucre en el cambio, con transparencia, a todos los actores de la Unsaac. Esperamos que el  proceso electoral sea limpio, democrático y cuente con los recursos necesarios por parte de la autoridad; lo contrario, llevaría a mayor profundización de la crisis de gobernabilidad, actual.  

(*) Docente Unsaac.