¿QUO VADIS UNSAAC? (III)
¡MEJORAR EL ESTATUTO PARA ASEGURAR
GOBERNABILIDAD Y PROGRESO INSTITUCIONAL!
Por: Dr. Carlos A. Dávila Rojas.*
Con la
promulgación del nuevo Estatuto de la Unsaac; el 14 de agosto del presente año,
su proceso de implementación viene mostrando vacíos e incoherencias; generando
inquietud y descontento entre estudiantes y docentes. Asociado a la conversión
de la Asamblea Estatutaria en Asamblea Universitaria; el cese del ex rector Dr.
German Zecenarro Madueño, por límite de edad; el respeto a los Vicerrectores y
el encargo del rectorado, al Vicerrector Académico Dr. Pompeyo Cosio Cuentas; fueron
los primeros cambios de la vigencia del nuevo Estatuto. Luego, vino la
desactivación de 17 facultades y el cese de sus Decanos que han sido
reemplazados por 10 macro facultades y sus consiguientes Decanos encargados,
entre los docentes más antiguos; muchos de los cuales, pese a carecer de
legitimidad, están centralizando e imponiendo decisiones contradictorias, desintegrando
y desactivando algunas redes con actividades en marcha; tales como los Comités
Internos de Acreditación, el funcionamiento de las maestrías y doctorados,
etc. La inmensa mayoría de estudiantes
desconoce y desaprueba su “nueva macro facultad” y muchos de sus trámites están
paralizados o deben re direccionarse. No hay liderazgo en el proceso de
adecuación al nuevo Estatuto; debido a que no hubo adecuada información ni
debate sobre los cambios introducidos. En este contexto, se observa un proceso
de debilitamiento e incertidumbre en la gestión y servicios
académico-administrativo de las escuelas profesionales y departamentos
académicos; constituyéndose en un potencial de descontento contra el nuevo
Estatuto; que, en vez de constituirse en un instrumento de progreso, está
generando retrocesos y preocupaciones. Muy normal la baja calidad y poca aprobación
del nuevo Estatuto; por haber sido elaborada en confrontación y no en dialogo.
Es una norma impuesta y no consensuada.
Fue equivocado
el comportamiento de la autoridad central (Rector y Vicerrectores) y su grupo
político (Mi Unsaac) en el proceso de aprobación de la nueva Ley Universitaria
y la elaboración del Estatuto. Desconocer su legalidad y su poco compromiso en la implementación;
especialmente, presupuestos; los ha llevado a la derrota; determinando la
práctica destitución del ex rector; que merecía otra forma de finalizar su
autoridad; luego de casi 04 años de servicio en el cargo. El proceso de
implementación de la nueva Ley Universitaria y el Estatuto deberían
desarrollarse en un marco de gratitudes y bienvenidas; de reconocimientos y
deseos de éxito. Sin embargo, lo que se observa, es todo lo contrario:
destituciones, denuncias y amenazas.
La esperanza de
que la nueva Ley y el Estatuto se constituyan
en instrumentos de una nueva reforma universitaria, con real liderazgo docente,
de unidad institucional y de alternativa
a la crisis actual; no debe desvanecerse.
Con ocasión de las próximas elecciones universales de las autoridades
universitarias; se debe recuperar ese anhelo.
Se hará necesario introducir mejoras en el Estatuto y legitimarlo en la
comunidad universitaria; solo así, podemos lograr que se constituya en el
instrumento de progreso y gobernabilidad que todos queremos.
Unas elecciones
polarizadas o con muchas postulaciones no fortalecerían nuestra gobernabilidad.
La magnitud de la crisis universitaria y los retos de superarla, trasciende los intereses de grupo. La elección de las
nuevas autoridades debe ser la oportunidad para un amplio consenso que
involucre en el cambio, con transparencia, a todos los actores de la Unsaac.
Esperamos que el proceso electoral sea limpio,
democrático y cuente con los recursos necesarios por parte de la autoridad; lo
contrario, llevaría a mayor profundización de la crisis de gobernabilidad,
actual.
(*) Docente
Unsaac.