domingo, 6 de noviembre de 2016

MEJORAR EL SNIP Y LA GESTIÓN PÚBLICA.

MEJORAR EL SNIP Y LA GESTIÓN PÚBLICA.

Desde el enfoque moderno, defendiendo la libertad como condición inherente a la naturaleza humana; se reconoce al Estado como un útil invento histórico; como servidor, jamás como amo. A los individuos, no se les puede decir lo que tienen que hacer; pero, se acepta establecer límites a su accionar cuando, los mismos, atentan contra la convivencia social; el ejercicio de la libertad tiene que ser responsable. Sin embargo, cuando ciertos individuos pasan a la condición de burócratas (autoridades elegidas o designadas), no pueden tener libertad o discrecionalidad sobre la cosa pública; por lo que se hace necesario su organización racional, en base a regular sus funciones.  En mercados competitivos, el ejercicio de la libertad es condición necesaria para que los individuos promuevan sus intereses y generen riqueza; por lo que, se hace necesario garantizar el disfrute del producto de su emprendimiento e intelecto; o sea, de su propiedad privada. Esta misma libertad no puede ser igual para los burócratas, porque la utilizarían para maximizar sus “rentas” (beneficios privados y políticos, asociados a tomar decisiones y usar recursos públicos).
En el actual periodo histórico; el funcionamiento del Estado, en los marcos del respeto a la libertad individual y el sistema político democrático, se organiza racionalmente. Junto a la división y equilibrio de poderes, la alternancia, la representación de las minorías; etc., el aparato burocrático público está organizado y funciona en base a instrumentos de gestión para garantizar los objetivos del Estado y la política; o sea, decidir políticas públicas para resolver los problemas de su competencia.
Desde que se inventó el Estado la ciencia económica reconoce, junto a ofertantes y demandantes, a un tercer asignador de recursos escasos que deben ser usados con transparencia; eficacia (logrando objetivos sociales) y eficiencia (beneficios mayores a sus costos) evaluados socialmente. Es difícil esperar que la sabiduría y bondad de los burócratas, garanticen todo esto, por lo que el arreglo institucional acordado son los sistemas administrativos. En una democracia; el que gana, no hace lo que le da la gana; previamente, están establecidas las reglas de juego. La actual, débil, institucionalidad de nuestra clase política (sin organización, formación ni ética pública); hace más imperioso los sistemas administrativos; garantizando contextos de buena institucionalidad para su firme observancia (Contraloría; Supervisión; Controles administrativos, ciudadanos y partidarios; etc.).
Sabemos que, gracias al sistema administrativo de personal y la ley anti nepotismo, los burócratas pueden proceder racionalmente a dotarse de una adecuada plantilla de personal para llevar adelante los objetivos de sus dependencias públicas. En ausencia de estas normas; nombrarían y contratarían a familiares, amigos y partidarios en cantidades, calidades y finalidades sociales inciertas. Igualmente, los sistemas administrativos de abastecimiento y tesorería; norman las adquisiciones y pagos de bienes y servicios que posibiliten el cumplimiento de las funciones y objetivos acordados en los planes y presupuestos de gestión. En ausencia de éstos sistemas, los burócratas (mal) gastarían los recursos públicos a discreción; sin referente alguno que promueva el progreso. Esto ocurría, en nuestro país, en la ejecución de obras públicas; porque no había un sistema administrativo orientador, al respecto. La implementación del SNIP, desde el año 2002, vino a resolver este vacío; que generaba despilfarro, corrupción, elefantes blancos, obras sin impactos prioritarios, etc. El SNIP obligó a los burócratas de todos los niveles de gobierno (nacional, regional y local) a elaborar sus planes de desarrollo participativos como mecanismo orientador de las inversiones en función de los mayores impactos en el desarrollo. El SNIP se descentralizó, simplificó, mejoró la calidad de la inversión pública, generó aprendizaje, academia y cultura de proyectos involucrando a muchas profesiones. En el SNIP, al igual que en los otros sistemas administrativos (Personal, Abastecimiento, Tesorería, SIAF, OSCE, etc.) es cierto que hay deficiencias (burocratismo, poca transparencia, etc.) muchas de las cuales, por manipulación e intereses de autoridades y burócratas corruptos. Por tener, tales falencias, ¿deben ser eliminados?; la respuesta es un rotundo NO. Se debe mejorarlos; para seguir construyendo un aparato público racionalmente organizado para garantizar que el Estado y la política sean servicio y progreso para todos. A las mejoras del SNIP y su institucionalidad (planes de desarrollo, presupuestos participativos, CCR, CCL, etc.) deben asociarse su utilidad y funcionalidad para atraer y ejecutar obras publicas financiadas privadamente, a través de las Obras Por Impuestos (OPI) y las Asolaciones Público-Privadas (APP) orientadas a optimizarlas para reducir brechas, incrementar productividad y mejorar competitividad para la promoción del desarrollo socioeconómico nacional, regional y local.

Carlos A. Dávila Rojas