Por: Carlos A. Dávila Rojas.
Luego del retiro
de las FF.AA. (que gobernaron desde octubre de 1968 a julio de 1980) del
gobierno; el retorno a la democracia (1980) con una nueva Constitución (aprobada
el año 1979); permitió el desarrollo de dos gobiernos democráticos. El segundo
belaundismo (1980-1985) y el primer gobierno aprista, con Alan García
(1985-1990). En los marcos de una Constitución estatista; ambos fueron destructores
de la economía del país; en cuyo contexto, surge el accionar terrorista (de
Sendero Luminoso y el MRTA) que amenazaban a nuestro sistema democrático; con
accionar violentista y destructor.
En el proceso
electoral de 1990; bajo características del fenómeno out sider; gana las elecciones (en segunda vuelta) el Ing. Alberto
Fujimori; derrotando a Mario Vargas Llosa. Los 27 años de presencia fujimorista
en la historia y política peruana (1990 – 2017) se dividen en 3 etapas: el
gobierno (1990 – 2000); la demolición (2000 – 2006) y el resurgimiento (2006 a
la fecha), bajo el nítido liderazgo de Keyko Fujimori.
Desde el inicio
de su Gobierno, el Presidente Fujimori, tomo la decisión de respaldar un
proceso, incompleto pero irreversible, de cambio de modelo económico (del estatismo
al de economía de mercado); manteniendo los marcos del sistema democrático
republicano; el mismo que queda plasmado en la nueva Constitución, del año
1993. El profundo proceso reformista
hizo marginales y/o desaparecieron a los partidos políticos tradicionales
(APRA, AP, PPC e Izquierdas); además de derrotar a la izquierda terrorista. El
fuerte liderazgo y el éxito del proceso de reformas y la pacificación
permitieron que el fujimorismo gane las elecciones CCD (1992), las generales de
1995 y la del año 2000, cuyo gobierno, terminó frustrado.
En los 10 años
de gobierno de A. Fujimori, no se construyó una nueva organización; pero si, un
espacio político fujimorista. Para cada elección, hubo una nueva membresía; con
redes organizativas y de dirección diferentes: 1990 (Cambio 90); 1992 (Nueva
Mayoría); 1995 (C90-NM); 1997 (Vamos Vecino) y 2000 (Perú 2000)
Hasta el año
1995; prácticamente no había contrapeso o contrincantes viables al fujimorismo.
Hacia las elecciones del 2000; aparecieron ciertas figuras que encabezaron y
capitalizaron el descontento político del desgaste del gobierno (especialmente,
del cáncer de la corrupción montesinista) Durante los 90s, en el Perú, fue muy
débil la estructura de partidos que sostenían su democracia. El surgimiento de grupillos
regionales y locales, despulparon, en las provincias a los partidos con
membresía nacional.
Irónicamente;
surge el anti fujimorismo, más como una corriente de descontento, que como una
nueva organización política; que el año 2000, hicieron inviable el tercer
mandato del presidente A. Fujimori; con cuya renuncia, se inaugura el periodo
de la demolición y persecución fujimorista. Este proceso, no tuvo contrapeso,
debido a la inexistencia de una estructura partidaria fujimorista. De haberse
construido, en los 90s, un sólido partido fujimorista; tal vez, se habrían
completado las reformas; evitado el accionar, corrupto, montesinista;
fortalecido el sistema democrático y evitado la, fatal, decisión re reeleccionista
del año 2000.
En ésta etapa
(de la demolición); asociado a la inhabilitación (sentencia del ex Presidente);
resurgen los partidos tradicionales (APRA, AP, PPC) y aparecen nuevos grupos
(PP, PNP, izquierda caviar, etc.) Desde el gobierno transitorio de Valentín Paniagua
(nov. 2000), hasta el, actual, de PPK; los cinco gobiernos del post fujimorismo,
se han caracterizado por distorsionar la historia y logros de los 90s (especial
y canallamente, la derrota al terrorismo, vía la CVR) y demoler la imagen de A.
Fujimori (especialmente, sentenciándolo, para engañar y captar a los jóvenes).
El montesinismo y la izquierda caviar, han sido los cerebros e implementadores
de esos procesos; a través de sus influencias en el sistema de justicia
(nacional e internacional) y los medios; utilizando todo el poderío del Estado.
El fujimorismo,
desde el gobierno transitorio de V. Paniagua, mostró su real debilidad como
organización política. Se dividieron en el congreso (Vamos Vecino vs C90-NM);
se dividieron en las elecciones 2001 (C90-NM y Solución Popular) sacando solo 4
congresistas. Desde, octubre del 2000 hasta el 2006; no tuvo protagonismo Keyko
Fujimori, en el escenario real de la política; salvo enfrentar, también, una
vil persecución judicial y demolición mediática (caso financiamiento de los estudios
y supuesta usurpación de funciones) con métodos de sicariato político.
Gracias a la
demolición del fujimorismo, ya transitaron por el gobierno 04 grupos políticos
(AP, PP, APRA y PNP) ; y, aunque mantuvieron la Constitución del 93, cuyo
modelo permitió seguir creciendo económicamente; éstos, al culminar sus
mandatos, terminaron muy marginales en el sistema de partidos; en los procesos
electorales, subsiguientes, respectivamente.
Asociado a la
demolición; la incapacidad de los 4 gobiernos y, especialmente, la corrupción;
gracias a la insurgencia a la política de Keyko Fujimori; el año 2006, el
fujimorismo inicia su etapa de resurgimiento; pero, con especiales
características: relativamente unido y organizado con característica
partidarias. La elección de Keyko (como congresista con la más votación
histórica) y el liderazgo lucido y democrático, de su bancada de 13
congresistas, la proyectó como la nueva lideresa del fujimorismo con
proyecciones presidenciables. La decisión de afirmar como nombre definitivo,
Fuerza Popular, fue permitiendo construir identidad, contribuyendo, al sistema
democrático, con uno de los partidos más grandes y organizados, hasta hoy.
La histórica
participación de Keyko en las elecciones del 2011 y, especialmente, 2016
(ganando el poder legislativo) , permitió la interacción política; su
insurgencia, obligó a todo el resto de la clase política a unirse contra el
fujimorismo; nítidamente en las segundas vueltas; lo que les permitió ganar el
Ejecutivo; apenas y con métodos fraudulentos.
Con el
descubrimiento de la mafia Odebrecht (organizada desde Brasil, al ganar el
gobierno Lula), se reveló la real estructura organizativa y financiera del anti
fujimorismo unido. Desde el gobierno de Toledo; hasta el triunfo de PPK fue
ésta empresa la que unió y financió al resto de grupos políticos (Desde el
Movadef hasta el PPC) para evitar el retorno al poder del fujimorismo; y,
seguir controlando el poder para favorecerse con grandes obras de manera
directa (sin concurso) e ilegal (sin SNIP); y, luego multiplicar el valor de
las inversiones vía adendas; además de ganar millones en los arbitrajes (que
siempre perdía el estado) e; incluso, usar recursos públicos (COFIDE) en varias
de sus inversiones. La época Odebrecht, es la más ominosa época de saqueo al
país, implementado por los grupos anti fujimoristas, cuyos gobiernos y líderes
fueron influidos a través de millonarias coimas.
Se unieron, contra el fujimorismo, no para
evitar el retorno de la “dictadura”, “el genocidio”, “la corrupción”, etc.,
sino, para saquear y vender al país.